martes, 29 de mayo de 2007

Cuento: La gotita

Una gotita se atrevió a pasar por allí, rodando como si nada, entre un montón de hojas secas. Todas la miraban como diciendo, qué desubicada, con una mezcla de susto e indignación, sin saber bien qué hacer ante su paso. Entre susurros la miraban de medio lado y levantaban sus bordes un poquito para dificultar su paso.

La gotita distraída por las nuevas texturas que encontraba a en su camino, sonreía amigablemente a las hojas. Estando secas seguramente no podían tener otra cara. Si fuera seca, pensaba la gotita, también tendría la cara arrugada y rígida. Siguió su camino contenta de poder conocer un lugar nuevo. Dejaba a su paso una discreta y firme huella húmeda, suavizando a las hojas que de mala gana, apenas la dejaban transitar. Caminando y avanzando la gotita se fue volviendo cada vez más pequeña, hasta que finalmente se entregó a la tierra que la esperaba sedienta.

Poco a poco fueron llegando más gotitas y las hojas no tuvieron más remedio que ceder. A pesar del malestar ante esta inoportuna invasión, se iban suavizando, absorbiendo los rastros de humedad que las gotitas iban dejando. Sin querer se juntaban cada vez más, pegándose unas a otras. Se fueron diluyendo sus caras arrugadas y empezaron a suspirar disimuladamente en un inicio. Entre vergüenza y alivio descubrían un gran placer al soltar su peso a la humedad, siendo recibidas por la tierra que las esperaba hambrienta.

Así bajó el rocío de la mañana. Empezó a salir el sol a consolar a los árboles temblorosos de frío. Otro inicio de un día de otoño.

lunes, 28 de mayo de 2007

De la fuerza de los pensamientos... física cuántica

Heisenberg es uno de los “padres” de la física cuántica. Esta es una ciencia que habla de probabilidades, así como de las probabilidades de que cada una de ellas sea escogida. No toma los fenómenos que estudia como estáticos y predecibles, sino como probabilidades, que a su vez tienen probabilidades de ser escogidas o no. Como ninguna otra, hace muchas preguntas y da pocas respuestas, por lo que ha revolucionado el mundo científico y racional en los últimos años. Es un puente que une lo científico y lo espiritual, abriendo un campo donde lo comprobable y lo impensable se unen, poniendo en duda muchos de los paradigmas que conforman la base de la cultura racional en la que vivimos.

Heisenberg empezó su carrera con matemática y mecánica cuántica, dejándolas luego por el estudio de la física cuántica. Las matemáticas indican previsiones de eventos y descripción numérica de hechos que son tomados como reales. Por su lado la mecánica privilegia el uso de las cosas, para el beneficio de los hombres. Ambas ciencias toman al mundo y su movimiento como algo ya determinado, que aunque no puede modificarse, si puede ser utilizado y calculado. Contrario a esto, la física cuántica indica que si bien estas ciencias son exactas y pueden servir al hombre, no son la respuesta a las preguntas que los humanos nos hacemos con frecuencia: ¿de donde venimos?, ¿qué hacemos aquí?, ¿para qué estamos aquí?, etc. Esta nueva ciencia indica que no somos distintos del mundo que nos rodea, sino que formamos parte de él. La mayoría de ciencias responden al cómo y no al qué, dejando estas preguntas con respuestas que no satisfacen las grandes interrogantes humanas.

Todos los seres y cosas que existen están formados por átomos, que a su vez están formado por electrones en continuo movimiento que desaparecen y aparecen constantemente. Entre uno y otro átomo, así como dentro de cada uno, el espacio está conformado en su mayor parte por vacío, nada. Esto es lo que conforma la materia que usualmente tomamos como sólida, cuando en realidad no lo es.

La física cuántica indica que la materia esta conformada por el mismo “material” que los pensamientos, es decir por información. Así lo está todo aquello a lo que otorgamos existencia. Entonces, lo que está “allá afuera” y lo que está en el “sujeto”, en el individuo, es lo mismo. Esta ciencia no otorga una división clara entre el interior de individuo y el “afuera”, exponiendo que somos capaces de determinar, modificar e incluso crear nuestra propia realidad, ya que estamos hechos de los mismo. Lo que está en nuestro interior se repite en el mundo. Según el paradigma holográmico, hasta en la más pequeña de las partes, se refleja el todo.

Por otro lado, nuestra manera de crear la realidad, depende del estado emocional en que nos encontremos. Mientras más repitamos un estado de ánimo determinado, nuestras conexiones neuronales lo reforzarán y nuestras células se irán adaptado a este, haciendo que sea cada vez más difícil de modificar. Si una persona se enoja o frustra con frecuencia durante el día, sus pensamientos y por ende sus acciones, lo llevarán a crear una realidad que refuerce su estado emocional.

Esta “nueva ciencia” parece ser un puente entre lel mundo espiritual donde predomina lo abstracto y el mundo científico, comprobable y tangible. Otorga una gran responsabilidad a las personas, ya que no somos independientes de lo que nos sucede, sin poder influir o decidir en los eventos que determinan nuestra vida. Esta propuesta nos hace ser los únicos responsables de nuestra existencia, teniendo la capacidad de influir directamente en lo que sucede a nuestro a alrededor, creando nuestra vida por medio de nuestros pensamientos, actitud emocional y acciones. Estamos siendo seres en constante cambio y evolución, por lo que un determinado entorno o estado emocional no nos define, solamente crea el presente que elijo vivir entre una infinita gama de posibilidades

Paulo Cohelo dice que en este mundo hay dos tipos de personas, los que construyen y los que siembran. Los que construyen quedaran eventualmente confinados en sus propias paredes, mientras que los que siembran podrán ver siempre como crecen sus plantas y como cambian según las estaciones.

De la fuerza de los pensamientos... Masaru Emoto


Masaru Emoto, licenciado en Relaciones Internacionales y más tarde en Medicina Alternativa, empezó a interesarse por las propiedades sanadoras del agua. Con un investigador californiano que estudiaba las vibraciones más sutiles de las moléculas de agua utilizando las técnicas de resonancia magnética, se formuló la siguiente pregunta: ¿sería posible reflejar las cualidades sanadoras de diferentes tipos de agua de una manera visible y palpable? Para llevar a cabo este estudio, fotografió los cristales hexagonales que formaban distintas muestras de agua al helarse. De las imágenes que obtuvo llegó la confirmación a su sorprendente hipótesis: Ciertas muestras de agua corriente de grandes urbes presentaban una estructura de cristalización muy tosca, mientras que muestras de agua de manantiales ofrecían cristales de una gran belleza. Extendió así su área de estudio al fotografiar cristalizaciones de agua de diversos lugares del mundo (glaciares, lagos, agua de lluvia, fuentes), obteniendo cristales de formas más bellas y sorprendentes cuanto más alejados se hallaban del quehacer humano. (http://www.muscaria.com/agua.htm)

La sorpresa mayor llegó al conseguir transformar irregulares patrones de agua contaminada en bellos cristales hexagonales, sometiendo las muestras a la audición de canciones tradicionales, oraciones religiosas o bien música clásica. Al transformar 'indiferentes' cristales de agua destilada en bellos patrones geométricos, tras susurrarles palabras de agradecimiento, o bien al contrario, obtener estructuras sin forma al someterlas a frases desagradables.

Otro conjunto instructivo de fotografías mostraba la diferencia asombrosa entre los modelos cristalinos evocados por las palabras Hagámoslo y Hazlo. Los cristales formados por las palabras Hagámoslo eran como hermosos copos de nieve. La palabra Hazlo, sin embargo, no formó ningún cristal. Es curioso que en el centro de la estructura cristalina que produce en el agua la palabra Alma se puede observar una imagen en forma de corazón.

El Dr. Emoto se dio cuenta que todo lo existente está vivo y tiene frecuencia de vibración, un campo magnético de resonancia. Midió este campo usando un Analizador de Resonancia Magnética. Esta investigación explica por qué el Sonido en la meditación es tan poderoso. Después de mucha experimentación, el Dr. Emoto descubrió que la más poderosa combinación de pensamientos en términos de capacidad de transformación fueron los de Amor y Gratitud. Algunas veces, cuando no podemos ver el resultado inmediato de nuestras oraciones y afirmaciones, pensamos que estas han fracasado. Al aprender de las asombrosas fotografías de Masaru Emoto, aquellos pensamientos de fracaso en sí mismos quedan también representados en los objetos físicos a nuestro alrededor.


Nuestro cuerpo está compuesto en un 70 por ciento de agua. Y la superficie de la tierra es también un 70 por ciento de agua. Hemos visto anteriormente la prueba de que el agua, lejos de estar inanimada, está realmente viva y responde a nuestros pensamientos y emociones.

Quizá, habiendo visto esto, podamos comenzar a entender realmente el imponente poder que poseemos al elegir nuestros pensamientos e intenciones, para sanarnos a nosotros mismos, así como a nuestro medio ambiente.

Estos descubrimientos nos hacen reflexionar... ¿Qué es lo primero que me digo en la mañana? ¿es esa la forma que quiero dar con mis pensamientos, a cada célula de mi cuerpo, a mi hoy, a mi vida?